Cuando Black Mirror pasa de la ciencia ficción a la crítica social: ser torturado, transmitirlo en vivo y morir frente a la cámara
Imagínate vivir en un mundo donde eres torturado constantemente para que el mundo lo vea en un livestream, que te abusen, te deshumanicen, te torturen y después de que tu cuerpo ya no lo pueda soportar más, mueras con la cámara todavía encendida. Aunque parezca el plot horrorozo de un capítulo de Black Mirror, ese es el mundo en el que vivimos ahora. Mientras que otros conceptos como el control social, la manipulación emocional, la corrupción política son temas que también se acercan más a la crítica social que a la ciencia ficción, ésta es la primera vez que un fenómeno así de distópico se cobra la vida de alguien.
Raphael Graven, 46, fue un streamer en la plataforma Kick. Su contenido habitual consistía en ser torturado, sufrir retos inhumanos y vivir bullying constante para poder ganarse la vida. No conocemos la condición de su vulnerabilidad, las circunstancias personales de su vida que lo orillaron a tales vivencias horrorozas, pero no tenemos que saberlo. Ninguna circunstancia justifica la tortura, aunque haya recompensa económica, porque ser torturado hasta la muerte no es algo a lo que se pueda dar consentimiento; no es legal en ninguna parte del planeta. Que exista una plataforma donde se permitan estas circunstancias es inconcebible. Esta no es la primera vez que pasa esto en Kick, el snuff y la pornografía es algo que no es raro encontrarse ahí, cuando en tiempos atrás ese contenido sólo se quedaba en la leyenda negra de la Deep Web (porque sociópatas siempre ha habido). Tanto ese streamer que se transmitió en vivo teniendo sexo con una prostituta en la presencia de un infante como este caso de tortura y homicidio, ambos eventos pasaron relativamente en poco tiempo de diferencia.
El sistema que nos rige es uno donde por dinero, te pueden explotar, golpear, violentar y secuestrar por meses y la plataforma que debe, por ley, encargarse de proteger tu bienestar como creador no lo detiene, porque la avaricia del capital le ha ganado a una de nuestras cualidades más instrínsecas de la especie: la humanización y la empatía.
Las personas que torturaron a Graven se atrevieron a publicar un mensaje dando su pésame:
Noticia de Daily Mail, UK: Streamer who died on live stream after being 'tortured' for ten days in gruesome online challenge sent final heartbreaking messages to his mother
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